El incendio destruyó aproximadamente el 90 por ciento de los 20 millones de artefactos de la instalación.
"[Los] acondicionadores de aire no cumplieron con las recomendaciones del fabricante con respecto al uso de disyuntores y dispositivos de puesta a tierra separados, según un informe de Agence France-Press", se lee en un artículo publicado en la revista Smithsonian. "The Associated Press agrega que las unidades recibieron una corriente eléctrica más fuerte de la que fueron hechas para conducir, crearon una situación de barril de pólvora preparada para el desastre". Una página en el sitio web de NFPA detalla la adopción y el uso de NFPA 70®, National Electrical Code®, en América Latina. Mientras que se enumeran 12 países, incluidos los que limitan con Brasil como Venezuela y Perú, Brasil no lo está.
Además de las prácticas eléctricas inseguras, una serie de otros factores en el museo contribuyeron a la rápida propagación y severidad del incendio. Informé sobre esto en un artículo de "Dispatches" de noviembre de 2018 en NFPA Journal.
"Según los expertos del museo, los funcionarios de seguridad contra incendios y los políticos que fueron entrevistados después del incidente, fue una pérdida que se podría haber evitado con atención y recursos adicionales para el museo, que podría haber allanado el camino para mejoras críticas de seguridad contra incendios". El artículo dice. "El edificio de 200 años, un antiguo palacio para la familia real portuguesa, carecía de rociadores contra incendios y puertas contraincendios. Los hidrantes contra incendio cercanos al museo no proporcionaron a los bomberos rescatistas un suministro de agua adecuado para combatir las llamas". El artículo continúa explicando cómo existen deficiencias similares de seguridad contra incendios en muchos edificios históricos de todo el mundo, no solo en los museos, "debido a la falta de apoyo gubernamental, los conceptos erróneos entre los dueños de propiedades y los desafíos y costos intrínsecos de la modernización histórica, a veces veces de siglos de antigüedad con tecnología moderna de seguridad contra incendios y vida. "
Un complemento de ese artículo incluyó entrevistas con el personal de la NFPA que reflexionó sobre el incendio del museo de Brasil. "La economía de Brasil, que ha estado experimentando altibajos, no ayuda a la situación, ya que los problemas con mayor importancia inmediata se resuelven mientras se previenen tragedias como el incendio del museo", dijo Anderson Queiroz, representante de la NFPA en Brasil, quien expresó: "Simplemente no veo ninguna solución tangible en el corto plazo, excepto para contar con la suerte y la ayuda divina para que no ocurran más incendios como este".
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