En las manos de profesionales, los fuegos artificiales pueden ser una fuente de diversión. Pero también representan una grave amenaza para la seguridad humana, como ha quedado demostrado con lo ocurrido en diciembre, cuando una serie de explosiones masivas en un mercado de fuegos artificiales de México mataron a al menos 39 personas y muchas otras resultaron heridas. Al 31 de enero la causa de la explosión aún estaba siendo investigada.
La explosión se produjo en el mercado de fuegos artificiales San Pablito, ubicado en la ciudad de Tultepec, a aproximadamente 20 millas al norte de la Ciudad de México. El gran mercado al aire libre ya tenía antecedentes de explosiones. En 2005, un cliente que intentaba probar uno de los productos desencadenó una explosión en la que más de 120 personas resultaron heridas. Un año más tarde, después de haberse reconstruido el mercado, otra explosión arrasó con casi todos los puestos de venta. También han ocurrido otras explosiones de menores dimensiones. En un giro inesperado y amargo trago para el director general del Instituto de Pirotecnia de México, la explosión de diciembre ocurrió tan solo una semana después de que la ciudad habá emitido una declaración del director en la que expresó que el mercado de San Pablito era el más seguro de toda Latinoamérica.
A pesar de estos incidentes, el mercado ha mantenido su popularidad. Según relata Antonio Macias, representante de la región de Latinoamérica y Caribe de NFPA, que vive en la ciudad de México, generalmente son 300 los vendedores que se ubican en un predio de cinco acres, y en cualquier horario son aproximadamente 1,000 los clientes que recorren los puestos. En septiembre, se vendieron más de 600,000 libras de pólvora negra en San Pablito, y esa cifra se duplicó en diciembre. Es un negocio que prospera a pesar del peligro, sostuvo Macias, porque Tultepec tiene una larga y orgullosa trayectoria en el arte de lo que se consideran algunos de los mejores fuegos artificiales del país. “Es un estilo de vida para ellos”, dijo Macias.
Explosiones como las ocurridas en San Pablito son comunes en todo México, y Macias expresó que aspira a que el país adopte NFPA 1, Código de Incendios, como su código de incendios nacional para contribuir a combatir el problema. “Sería un gran paso en la organización del sistema de prevención de incendios en México”, dijo. En los 32 estados de México son contradicen las reglamentaciones sobre protección contra incendios, sostuvo Macias, y hay una falta general de conocimientos y entrenamiento sobre seguridad contra incendios.
Macias ha enviado copias de las normas de NFPA a los oficiales federales y locales que serán los responsables de la reconstrucción del mercado de San Pablito, y es optimista con respecto a que la ciudad reconstruirá el mercado teniendo como prioridad la seguridad contra incendios y la seguridad humana. — Angelo Verzoni