Specialists, Inc. (ARUSI,) una firma de elaboración de diseños con base en Phoenix, Arizona, instaló el sistema en un sistema de hangares para aeronaves navales de 40,000 pies Vista superior de la prueba de espumacuadrados (3,716-metros cuadrados) en China Lake, California, y realizó la prueba final.
"Esta fue una asociación única entre el gobierno y la industria de la protección contra incendios," comenta Joe Gott, ingeniero en jefe asistente de NAVFAC. "Ambas partes contribuyeron en gran medida con gente y recursos en el proyecto."
La Marina había expresado interés en nuevas tecnologías de protección contra incendios que minimizaran los daños colaterales en las aeronaves y en el equipamiento en casos de activación involuntaria de sistemas de espuma y que fueran más efectivos que los monitores distribuidores de espuma utilizados en el pasado. El nuevo sistema, que difiere enormemente de la anterior tecnología de protección contra incendios, descarga una capa de espuma de 18 pulgadas (46 centímetros) de altura desde el piso del hangar, en lugar, como hacían los monitores, del cielo raso o las paredes, minimizando de esta manera, el daño potencial de aeronaves abiertas.
"En el pasado, la activación no intencional podía causar un gran daño al descargar la espuma en las cabinas abiertas y sectores electrónicos expuestos," dice Joshua Jones, ingeniero de protección contra incendios de Desert Team de la División Sudoeste de NAVFAC. "Este problema ha sido ahora minimizado, ya que las boquillas de alcantarilla descargan espuma dentro de las 18 pulgadas del nivel del suelo."
La boquilla embutida está diseñada específicamente para proteger hangares de aeronaves, especialmente en el caso de incendios por derrame de combustible. El sistema descarga la solución de espuma de boquillas ubicadas en fosas drenaje en el piso del hangar cuando se activan los detectores de llama. La boquilla es un sistema de montaje embutido, no tiene partes movibles y elimina la necesidad de monitores fijos u oscilantes y otros dispositivos.
"Toda la tubería está dentro de los drenajes, con las boquillas embutidas en cada drenaje," Jones comenta. "Las boquillas producen una descarga que básicamente inunda el piso del hangar, ahogando el fuego. Las boquillas están embutidas en los drenajes, y de esta manera, son muy discretas."
Los monitores de espuma, ya sean oscilantes o fijos, son fácilmente obstruidos por los obstáculos de la aeronave u otras obstrucciones de un hangar.
"Con los monitores de espuma, un caballete de trabajo, por ejemplo, podría bloquear su descarga," dice Mark Conroy, nexo de personal de la NFPA en la NFPA 409, Hangares para Aeronaves. "En lugar de que la espuma cubra el fuego esparcido, sólo golpearía contra el caballete y se caería directamente al piso.
"Los monitores de espuma son problemáticos," Conroy agrega. "No solo tienen mayores posibilidades de ser bloqueados, sino que también utilizan un valioso espacio necesario en el hangar,"
Según Gott, la Armada almacena unos 20 FA-18s en un hangar, quedando muy poco espacio para caminar, mucho menos para un gran monitor de espuma.
"Además de ocupar espacio, los monitores son propensos a los accidentes," dice Michael Reynoso, Director de Contrataciones Generales de ARUSI. "Dado que los monitores están a la intemperie, corren el riesgo de ser golpeados por algún operador de equipamiento pesado y posiblemente, también por las aeronaves."
El sistema puede descargar espuma en unos 35 segundos, brindando cobertura completa del suelo del hangar en 60 a 70 segundos, comparados con el tiempo de cobertura de 2 a 3 minutos que necesitan los monitores de espuma. La solución está compuesta en un 97 por ciento por agua y en un 3 por ciento por un concentrado de surfactantes. La concentración se guarda afuera del hangar en dos tanques de almacenamiento de 1,400-galones (5,299-litros), y es bombeada con agua, dentro de la tubería para su distribución en las boquillas embutidas en la alcantarilla cuando se active el sistema. El piso del hangar se inclina, permitiendo a la espuma descargada que escurra a la fosa del sistema de drenaje, diseñado para manejar 4,500 galones (17,034 litros) por minuto. El separador combustible/agua es evitado durante la operación del sistema de espuma.
El sistema de boquillas embutido en alcantarillas necesita de una fosa de aproximadamente 20 pulgadas (51 centímetros) de ancho para acomodar la capacidad de tubería y drenaje al momento de la descarga.
"El único desafío significativo en el que puedo pensar mientras dirijo el proyecto de instalación," Reynoso cuenta, "es en que el proceso de integración y mejora en la instalación de un nuevo sistema de fosas de drenaje, puede ser una operación larga y molesta. En el hangar de China Lake, trabajamos en la mitad del piso cada vez, permitiendo al hangar la continuidad de sus operaciones durante ese tiempo." Reemplazar la fosa de drenaje y la tubería de espuma requiere levantar por complete el piso del hangar.
"El proyecto en su totalidad llevó unos ocho meses, pero pudo haberse hecho un poco más rápido," admite Reynoso. "Sin embargo, el sistema de boquillas embutidas es absolutamente perfecto para nuevos clientes. La instalación sería mucho más rápida, posiblemente tomaría un lapso de cuatro a seis meses, dependiendo del tamaño del hangar."
"Incluso cuando una operación de mejoras tuviera algún problema," Jones agrega, " la NFPA dispone en sus normas, que los hangares deben tener un sistema de drenaje. Con un sistema de drenaje instalado y de medidas adecuadas, la instalación del sistema a de boquillas embutidas aún continuaría siendo costo efectiva al compararla con la instalación clásica de los sistemas de monitores de agua oscilante."
La Fuerza Aérea de los EEUU, tanto como dueños de hangares para aviones comerciales y privados, han recientemente mostrado interés en el sistema de boquillas embutidas. Según Gott, "sé de hecho que dueños no gubernamentales de hangares ya están pidiendo la implementación de este sistema."
"Creo que este sistema revolucionará el enfoque de la protección contra incendios para hangares de aeronaves en el futuro," dice Reynoso. "Es más inmediato y va en forma más directa a la fuente del incendio."
"Es la única dirección que hay tomar si me preguntaran," Jones sostiene. "El viejo sistema de monitores de agua oscilante simplemente no es tan confiable ni eficiente, y tiene el potencial de causar mucho más daño. Puedo ver los sistemas de boquillas embutidas implementados en todos los hangares en un futuro."
Rimpreso de ARFF News, publicación conjunta de ARFF Working Group y NFPA.