Encerrados + Protegidos

Los rociadores automáticos son una lógica solución al problema del control de incendio en una prisión antes de que se torne peligroso, y las inquietudes especiales asociadas con desarrollar sistemas para estos ámbitos han llevado a los fabricantes de rociadores a desarrollar productos especializados conocidos como rociadores institucionales. La edición 2007 de NFPA 13, Norma para la instalación de sistemas de rociadores automáticos, es la única edición que incluye una definición de rociador institucional, que fue definida como “rociador diseñado especialmente para propósitos de soporte de carga y con componentes que no son fácilmente convertibles para su uso como arma.” Esto da abordaje a las inquietudes especiales de las instalaciones correccionales, psiquiátricos, y otros lugares donde los individuos podrían estar seguros: los rociadores y sus componentes no deberían poder convertirse en herramientas que pudieran ser utilizadas para la auto-destrucción o para el ataque a terceros.

Sin embargo, esta definición ya no se encuentra en NFPA 13 debido a que el término no era utilizado en ningún otro sector de la norma. No existen requisitos especiales que afecten el uso de los rociadores institucionales, ni requisitos específicos para estos rociadores en los códigos de edificación de los EEUU. Los rociadores institucionales son simplemente rociadores con características especiales previstas para su aplicación en un nicho determinado.

El primer rociador institucional fue comercializado en 1983. Un rociador inviolable, de respuesta estándar, sin bordes afilados ni partes fácilmente accesibles ni puntas de fijación, impidiendo de ese modo a los prisioneros, el uso de rociadores en proximidad. Le han seguido productos similares, pero cada fabricante tiene su propio criterio asociado con la forma en que se desempeñan sus propios dispositivos institucionales. Por ejemplo, si un rociador está previsto para ser utilizado con una función de separación para evitar el potencial de suicidio, no existen normas aplicables al producto ni ningún otro requisito listado que especifique la carga máxima. Los fabricantes de estos tipos de dispositivos generalmente publican sus cargas de separación pero no brindan garantías en relación a su adecuación.

Lo que puede ser garantizado, es que una instalación correccional con protección de rociadores contra incendio resultará más segura que una que no cuente con ellos. En un edificio sin salidas de acceso fáciles, la seguridad debe ser provista mediante el manejo del fuego en sitio, y los sistemas automáticos de rociadores contra incendio nos brindan esa posibilidad.

Russell P. Fleming, P.E. es vice-presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Rociadores contra Incendio y es miembro del Comité de Correlación Técnica de la NFPA sobre rociadores automáticos.